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En la PN, ¿el traslado es una sanción?

Por Augusto Álvarez

Los rangos o el uniforme ejercen una especie de influjo especial ante la ley, vistos casos en los cuales se violentan los mandatos constitucionales y pisotean los derechos humanos.

¿Recuerdan el caso de la barbería, en Villa Vásquez, donde agentes policiales (al servicio de la DNCD) «sembraron” de drogas el negocio para inculpar a trabajadores de la tijera?

Ahí la sabiduría de los pueblerinos, o la desconfianza lógica, se adelantó a la maldad e instaló cámaras que los agentes ignoraban, y eso les salvó.

Entonces, el fantasma de la muerte se movió a Villa Altagracia, donde agentes policiales ejecutaron a una pareja de pastores evangélicos.

Aunque los alegados culpables están presos, en ese caso se hizo lo posible por salvar a un coronel, que por la presión popular, hoy está tras las rejas.

Seguidores de la ruta de muertes, llegaron a Boca Chica y una arquitecta, hasta ahí se mantuvo con vida.

El escándalo en el Canódromo y la coronel encargada, la trasladaron ¿y qué?

Mas, ahora una muerte en San José de Ocoa, el dedo acusador señala como responsable a un coronel por la muerte de un joven, y la jefatura policial, simplemente, lo traslada.

Para ese oficial superior y la totalidad de los agentes, actuantes, pues sacarlos de la vista pública es la sanción que borra los delitos.

Que terminó la época de la impunidad, eso es un mito y, no solo beneficia a policías, también a civiles.

 

 

 

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