La caída del intelectual ante el genio del crimen
Dos figuras compitieron en Perú por la presidencia de la República, el ex convicto Alberto Fujimori frente al intelectual Mario Vargas Llosa, ganador del Nobel de Literatura, en el 2010.
Durante la campaña, el peruano-japonés, que en las encuestas figuraba muy por debajo del intelectual y autor de la Fiesta del Chivo, se trepó en un tractor y recorrió todos los rincones, mientras Vargas Llosa, confiado, observaba.
Hubo un momento en que habrían negociado aliarse a fuerzas conservadoras, y fue ahí donde el flamante intelectual fue hecho trizas.
El pueblo peruano, ¿reivindica los crímenes con sus propios hijos, y ahora se despide del ex gobernante, rindiéndole honores?
Difícil sería no entender quiénes patrocinaron los crímenes del fujimorismo, y aún sin decir palabras valoran sus perversidades.
Y no se trata en especial de sepultar en vida a Sendero Luminoso y a su líder Abimael Guzmán, sino por el actual caso, donde olímpicamente, Estados Unidos se involucra y respaldó el golpe de Estado al presidente Pedro Castillo.
Ahora, la corrupción del fujimorismo para regresar representada por la señora Dina Boluarte y sus sostenedores, el congreso y los militares que bailan al compás de la música del Tío Sam.
Finalmente, una coincidencia o ironía de la historia, y esto me recuerda a mi libro, Septiembre, entre la vida y la muerte.
¿Saben que Alberto Fujimori murió un 11 de septiembre, a los 86 años, la misma edad y la misma fecha que el profesor de filosofía, Abimael Guzmán?
