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Lo ocurrido en SFM, Santiago y Los Mina demuestra que en RD hay inseguridad

 

Por Tomás Aquino G.

Al menos tres de los últimos hechos acaecidos recientemente en República Dominicana, evidencian una vez más, la falta de seguridad en el país.

Y como para muestra basta un botón, lo que ocurrió en San Francisco de Macorís, es algo insólito. Parece como que ya es hora de ponerle la tapa al pomo y eso lo tiene que hacer el presidente Luis Abinader.

Los responsables de garantizar la seguridad ciudadana, en el actual gobierno, no pegan una. Constituyen un fracaso total.

Cuando la gente se queja de la inseguridad, responden que la delincuencia está “baja control”. Pero, bajo control ¿de quién?

Eso no es verdad, porque el ciudadano anda con temor por cualquier lugar del país, y a cualquier hora del día o la noche.

Viven cacareando que eso de la inseguridad es una “percepción” de los ciudadanos, mientras tanto, hay asaltos, robos y despojos, por dondequiera.

La muerte de un niño de apenas 9 años de edad, cuando acababa de llegar, junto a sus padres, a territorio dominicano, a manos de asaltantes, en Santiago, es un hecho insólito, doloroso y es responsabilidad del gobierno.

Esto así, porque la seguridad no se exhibe ni se vende en los medios de información.

La seguridad se logra sacando a los antisociales de las calles, patrullando y tomando acciones responsables de prevención… Y eso no está ocurriendo.

La inseguridad no se logra ejecutando delincuentes, ni inventando intercambios o enfrentamientos a tiros, tal y como ocurrió en San Francisco de Macorís, hace unos meses.

Constituye una acción verdaderamente vergonzosa, detestable, el hecho de que delincuentes, precisamente en San Francisco de Macorís, hayan violentado unos 15 vehículos, estacionados próximo a donde se encontraba Luis Abinader, presidente de la República. En una actividad del Presidente.

Allí, los antisociales sustrajeron hasta armas de fuego y dinero, lo que evidencia la real inseguridad en el país,

En cualquier otro país, ya a esta hora hubiese sido destituido, no sólo el director regional policial, en San Francisco de Macorís, sino el responsable, en ese momento, de la seguridad del jefe de Estado, y el director de la Policía Nacional.

Igualmente, debió ser destituido la dotación policial completa de Santiago, incluyendo, en primer lugar, el director regional, por el asalto donde fue abatido un niño de 9 años, y otros hechos horribles que han ocurrido y ocurren en esa importante zona del país.

En ese trayecto, donde ocurrió el terrible incidente, donde mataron a un niño en un asalto, no había seguridad, sino, inseguridad. El patrullaje era nulo y del trabajo preventivo, ni hablar. Eso es sólo cacareo. El patrullaje sólo se ve en los medios, y no con fotografías.

Pero, el presidente Abinader parece estar más preocupado por su reelección que por el país, porque lo que ocurrió en la maternidad de Los Mina, donde 34 recién nacidos murieron en 28 días, y otros 38 en dos meses, no debió pasar sin pena ni gloria.

En ese caso, Abinader debió de actuar, tal y como lo hizo Danilo Medina, en octubre del 2014, cuando unos 15 niños fallecieron en el Hospital Robert Reid Cabral, que destituyó hasta al Ministro de Salud Pública.

Decir, después de 2 años y 10 meses de estar en el cargo, que aún enfrenta la crisis heredada del pasado gobierno, es peor y constituye una vil excusa del doctor Mario Lama, director del SNS. Si el presidente Abinader fue débil y no lo destituyó, usted, doctor Lama, debió de renunciar, por incompetente.

Con sus declaraciones, el doctor Mario Lama, indiscutiblemente, lo que busca es confundir al pueblo dominicano. Eso fue una mediocridad y, cualquier otro presidente, que no gobernara para los popis, lo hubiese cancelado de inmediato.

En este gobierno, lamentablemente, no hay régimen de consecuencia para sus funcionarios irresponsables, pero el pueblo está llevando sus anotaciones para que después no le quieran meter gato por liebre o tratar de jugarle cucara macara.

Informar al país, al mundo que unos 15 vehículos fueron saqueados por vándalos, que lograron llevarse hasta armas de fuego y dinero, que estaban dentro de algunos vehículos, en un lugar donde estaba el primer mandatario de la nación, es algo histórico, insólito y que debería tener drásticas consecuencias.

Un precedente que no debe crear jurisprudencia.

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