Neurosis Sexual

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REFLEXIONES…

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Vivimos en una sociedad neurótica en lo que al sexo se refiere, es la ceremonia de la confusión, la apoteosis (espectáculo, glorificación) de la desilusión, una sociedad que busca lo que escandaliza y fomenta, lo que luego condena.

La ausencia de principios y valores cristianos es cada vez más marcada, se vende la idea de no tener tantos tabúes acerca de la sexualidad, dejando así ausentes los principios.

Son muchos los que conciben la sexualidad como algo puramente biológico, un placer ligado al cuerpo, que no mira a lo más íntimo de la persona, pues debe ser instalada junto al amor, a su lado y envuelta por él.

Los medios de comunicación, internet, televisión, cine, comerciales, revistas, periódicos, celulares, la radio, están todos fomentando una y otra vez una sexualidad banal, que lo promete todo sin exigir nada y que la despoja de sus ingredientes más genuinamente humanos.

El afán obsesivo de un placer sexual anónimo lleva a la larga al vacío más absoluto, pues degrada, disminuye a la persona, aplastándole su autoestima y quitándole valor, cosifica, la convierte en objeto sexual, reduciéndola como ser espiritual. Es convertir cualquier relación, en un puro contacto sexual que acumula sensaciones placenteras sin crear relaciones interpersonales auténticas, mucho más que una sexualidad animal.

Estamos viviendo de acuerdo con cinco criterios de la cultura ligth, donde prevalecen el hedonismo, consumismo, permisividad, relativismo y el materialismo, todos destruyen lo más humano del hombre y lo dejan a merced del oleaje del momento.

Pero… ¿qué significan estos conceptos?

Para el hedonismo, lo fundamental es pasarlo bien sin restricciones. El consumismo, implica, acumular experiencias sexuales, a ver quién da más, quien es más macho o conquista más hombres. Bajo la sombrilla de la permisividad, se anida el concepto de hacer lo que te venga en gana, mientras te sientas bien. A los que les gusta el relativismo, venden la idea de que nada es absoluto, todo depende en última instancia del propio punto de vista, de lo que a uno le parezca, por tanto, lo que puede ser malo para otros no lo tiene que ser para ti, y, por último, con el materialismo, el ser humano se va convirtiendo en objeto, en materia y va dejando de ser alguien, para ser algo.

Víctor Martinez ha querido llevar hasta ustedes este mensaje de hoy para que lo compartan con sus adolescentes y no se dejen influenciar por todas esas corrientes modernas que quieren venderles la idea de que nada es nada y de que la felicidad consiste en hacer lo que te venga en ganas. Hay que analizarles las consecuencias presentes y futuras de sus acciones y hacerles ver que la felicidad solo existe para quienes actúan conforme a lo que Dios manda.

Que Dios los bendiga.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes, como cortesía de un exalumno muy agradecido.

Hasta la próxima.