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Nuestros padres deben ser sagrados

 

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Hola, amigos, ¿qué tal? Uno de los aspectos que más me preocupan del mundo en que estamos viviendo hoy es la inversión de valores, la nueva forma de pensar de las nuevas generaciones, que incluso afectan la relación entre padres e hijos.

La Palabra de Dios nos trae en Eclesiástico 3, los deberes que debemos tener para con nuestros padres:

“Hijos míos, escúchenme a mí, que soy su padre; sigan mis consejos y se salvarán. El Señor quiere que el padre sea honrado por sus hijos, y que la autoridad de la madre sea respetada por ellos.

El que respeta a su padre alcanza el perdón de sus pecados, y el que honra a su madre reúne una gran riqueza. El que respeta a su padre recibirá alegría de sus propios hijos; cuando ore, el Señor lo escuchará.

El que honra a su padre tendrá larga vida; el que respeta a su madre será premiado por el Señor, pues obedece a sus padres como si fueran sus amos.

Hijo mío, honra a tu padre con obras y palabras, y así recibirás toda clase de bendiciones. Porque la bendición del padre da raíces firmes a una familia, pero la maldición de la madre la arranca de raíz.

No te sientas orgulloso viendo a tu padre pasar vergüenza, pues esto no es ninguna honra para ti. El honor de un hijo está en el honor de su padre;
en cambio, el que desprecia a su madre se llena de pecados.

Hijo mío, empéñate en honrar a tu padre; no lo abandones mientras tengas vida. Aunque su inteligencia se debilite, sé comprensivo con él;
no lo avergüences mientras viva. Socorrer al padre es algo que no se olvidará; será como ofrecer sacrificio por los pecados. Cuando estés en aflicción,

Dios se acordará de ti y perdonará tus pecados, como el calor del sol derrite el hielo.

El que abandona a su padre ofende al Señor, y el que hace enojar a su madre es maldecido por Dios.” Palabra de Dios.

Víctor Martínez piensa que nuestros padres siempre deben ser sagrados y que es este escrito un buen mensaje que Dios nos da a todos, sobre todo a los jóvenes que en ocasiones tratan a sus padres de manera despectiva.

Dios te perdone si has ofendido, humillado, ridiculizado, ignorado, maltratado a tu padre o madre.

Hasta la próxima.

 

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