Otro milagro de la Virgen
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Cuando la gente habla de milagros quieren ver cosas inexplicables suceder, quieren shows impresionantes, sin embargo, todos los días acontecen pequeños milagros que nos dan señales de la grandeza y la presencia de Dios en nuestras vidas y de cómo nos escucha.
Era una tarde del 22 noviembre de 2024, muy fría, por cierto, me gusta salir los días así para calentar, caminando mis 11 kilómetros acostumbrados, pero siempre que uno sale tiene que gastar en transporte y comida, por tanto, cuando no hay dinero usted se queda en casa cultivando su espiritualidad.
Tenía algunos días en olla, como decimos los dominicanos, pero ya he aprendido a vivir, aquí en Turquía, con lo mínimo, a comer lo que se pueda, sintiéndome cada día más feliz precisamente por no necesitar nada.
Cae la tarde, pero en mi cuenta de banco no cae ninguna contribución, confieso que me sentí un poco depre, decidí acostarme un rato y tomé el Rosario para pedir a María que intercediera ante el Padre por mí, incluso me atreví a pedirle que tocara el corazón de quienes podrían hacer sus aportes y les pusiera mi nombre en sus corazones.
Siendo más específico recordé y oré por mi exalumna Diana Freites con quien en una ocasión Dios me contactó para enviarle un mensaje alusivo a la salud de una de sus niñas, ¡gran milagro!
Oré por la salud de Daisy Matos a quien tengo en mi mente hace unos días y he estado preguntando al Señor por qué la he recordado tanto.
Por último, recordé a un chico muy querido, que en una ocasión tuve a mi lado por mucho tiempo y le envié pensamientos de prosperidad, salud y bienestar acompañados de mis oraciones, él es el hijo de Julissa Marty.
Así continué orando por todo el que recordaba que me había pedido interceder ante el Padre, por mis exalumnos Yiries y Musa, Jonathan el hijo de mi primo Enrique, por mis hijas y nietos, quedando profundamente dormido por una hora.
Me levanto pensando en el sueño que tuve, (material para comentar otro día) y para despejarme un poco empiezo a buscar una serie para ver, con una taza del acostumbrado té turco.
Cómo si fuera un cuento de Adas, una gran mentira para muchos, pero un gran testimonio que Víctor Martínez debe dar, por lo efectiva que es la Madre cuando pide algo a su Hijo Jesús, y esto lo comparto sin importar quien lo quiera creer.
Llegó a mi celular el primer aviso de Diana, notificándome que acababa de hacer su aporte, luego el segundo de Daisy y por último el tercero de Julissa, tres aportes en un período de la media hora después de haber orado por ellas.
Tres hijas consagradas del Padre, comprometidas con la propagación de la Palabra de Dios por el mundo entero a través de mis mensajes de amor, como muchos de ustedes, pero estas fueron usadas por la Virgen Santísima, a quienes tocó sus corazones y pensamientos para sacarme de un gran apuro.
¿Coincidencias, poder mental, dioscidencias?, en fin, mientras más oro con perseverancia y fe, Dios más me escucha y me responde, dicen que soy muy llorón, pero son experiencias en las que mis lágrimas de agradecimiento, sorpresa y fe no dejan de correr por mis mejillas.
Dios bendiga a todos los que están escuchando este mensaje que gracias a Diana, Daisy y Julissa ha llegado hoy a todos ustedes.
Hasta la próxima.