Parejas sean luz para el mundo
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿Qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
La mayoría de las personas que se casan por la Iglesia tienen que fracasar, pues además de los grandes gastos que conlleva una boda, acompañados de la vanidad y el derroche de dinero, lo que menos tienen en cuenta es la presencia de Dios en sus vidas.
Muchos entran a la Iglesia rodeados de amigos y familiares y están pensando en todo menos en Dios, la ropa, las fotos, el video, en fin, distraen su mente, y en ese momento están pendientes de que su boda quede mejor que la de la amiga.
Lo más seguro es que esa pareja jamás vuelva a entrar a la Iglesia, tomando así al Señor de relajo, manipulándolo para el figureo de su boda y olvidando el compromiso que ellos han contraído frente al altar y a quienes le rodean, de ser luz para el mundo y trabajar como comunidad de amor y familia ejemplar por las cosas del Señor.
Dime, ¿Qué han hecho ustedes para ayudar a Dios en la salvación del mundo, desde que se casaron? ¿Han cumplido con lo que le prometieron?
El profeta Isaías y el salmista afirman que son luz aquellos que obran la misericordia con los necesitados. Es lo mismo que el evangelista Mateo pide a los que han descubierto en las bienaventuranzas el camino de la felicidad: ser sal que da sabor en medio del mundo para que los demás puedan ver a través de ellos a Dios. Por eso mismo, para no desvirtuar el evangelio de la cruz, Pablo se presentó ante los corintios sin hacer alardes, sino desde la debilidad, aunque con la fuerza del Espíritu.
El profeta Isaías nos insiste en ese simbolismo de la luz, que recalcará Jesús en el evangelio. Pero el profeta nos da una lección de cómo es que los cristianos debemos ser luz para los demás:
“Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: «Aquí estoy». Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía” Palabra de Dios.
El mismo salmo 111 nos dice que “el justo brilla en las tinieblas como una luz”.
Parejas deben ustedes actuar con humildad frente a la vida, no presuman de sus capacidades intelectuales, de su dinero, ni teneres, confíen solo en el poder y sabiduría de Dios, actúen tal como nos dice el evangelio de Mateo 5:
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así su luz a los hombres, para que vean sus buenas obras y den gloria a su Padre que está en el cielo”. Palabra del Señor.
Víctor Martínez pide hoy a Dios bendecir a todas las parejas y llenarlas de su presencia para que sean sal y luz para sus hijos y para el mundo.
Este mensaje ha llegado a ustedes gracias a la Fundación Farach.
Hasta la próxima.