Poder transformador
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Toda la vida ha existido el temor en el ser humano, la falta de fe en uno mismo, la timidez, el miedo escénico, en unos más que otros, y es el caso de los discípulos de Jesús que no estaban exentos de todos estos sentimientos y emociones, ellos cerrados sobre sí mismos y encerrados por miedo, de un momento a otro se transforman, por el poder transformador de la Fe Pascual a través de la acción del Espíritu Santo y se convierten en una comunidad misionera capaz de dar su propia vida por defender su fe.
Los Hechos de los Apóstoles insisten en que esa experiencia transformadora ha de traducirse en una comunión de vida y de bienes entre los creyentes. El cambio radical que opera en nosotros la resurrección de Jesús es tal que la primera carta de Pedro lo considera un “renacer” que es obra de Dios y fundamenta nuestra esperanza en la salvación que esperamos con alegría.
Es entonces cuando aparece la primera carta de san Pedro animando a la perseverancia a los cristianos perseguidos y confirmando lo que el salmo 117 nos dice: “Demos gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.”
¿Qué hace el Señor en ese momento?, que nos regala la paz y nos asigna una misión de vida, en sus dos apariciones posteriores a la Resurrección, aspectos que todos debemos considerar, ¿cuál es mi misión en este mundo? ¿Vivo yo en paz?
Recordemos aquel pasaje del Evangelio de Juan 20, en el que Jesús se aparece en medio de los discípulos encerrados y le dice: “Paz a ustedes”. Como el Padre me ha enviado así los envío yo, Reciban el Espíritu Santo, es entonces cuando ellos salen llenos de alegría y esperanza a perdonar pecados en nombre del Padre, a sanar enfermos, a predicar la Palabra, a bautizar, a ordenar sacerdotes que continuaran con esta misión, a formar comunidades de cristianos por todo el mundo.
Pero como no hemos visto esto con nuestros propios ojos y lo tomamos como una historia más en la que no sabemos que de cierto tiene, actuamos como Tomas, incrédulos y negando las verdades de Dios, pero no olvidemos, que dichosos serán los que creen sin haber visto, como nos dijo el mismo Jesús.
Señor mío y Dios mío, Víctor Martínez te da muchas gracias por Tu Poder transformador que conquistó mi corazón desde temprana edad, por haberme concedido el don de haber creído en ti desde que te conocí, sin haberte visto, ni tocar tus heridas, gracias Padre por tanto amor y tanta misericordia para conmigo, por haber elegido a este indigno siervo tuyo para calmar tus ovejitas, a través de Tu Palabra y gestos de amor, por mis dones y carismas, y por la oportunidad de compartir contigo cada día a través de la oración, bendito y alabado seas mi Señor, toca hoy los corazones de todos los que me están escuchando y llénalos de paz, de amor, de fortaleza, de fe. Resucita hoy, Señor, en sus corazones. Amén.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias a los corazones de los miembros de la Fundación Farach.
Hasta la próxima.