Presencia del demonio en el mundo
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REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Y pensar que hay quienes no creen en la existencia del demonio.
Hoy me toca hablar de un tema que no nos gusta a muchos, sin embargo, aun los que dicen no creer en este individuo, lo respetan y prefieren no conocer mucho.
Génesis 3, nos presenta desde el inicio la presencia del mal en forma de serpiente cuando Eva se dejó seducir, para que comiera de la fruta prohibida, ¿enseñanza?, las mujeres son todo oído, desde que las muelean se dejan convencer creyendo en tantos demonios de hombres que andan por ahí, sin embargo hizo caer a Adán, claro hombre al fin, no se resistió ante el cuerpo de aquella bella dama, ya desnudos, no sabemos que sucedió en los rincones del Paraíso, pero Dios se enfureció, por la desobediencia y el pecado, ahí empezó la perdición del hombre.
Miles de años después viene el salmista (salmo 129) y canta implorando la redención copiosa y la misericordia de Dios ante nuestros pecados, suplicando el perdón y la redención de los hombres.
Nos envía Dios a Su Hijo, hecho hombre, para la liberación de nuestros pecados y brindarnos una nueva oportunidad de reivindicarnos, convertirnos y purificarnos, toda una historia de 33 años que termina con la muerte en cruz de este gran profeta, Hijo de Dios, el mismo Dios, pues a pesar de su gran labor y de querer consumar el pecado de la humanidad, no le hacen caso, pero de nuevo Dios con su eterna misericordia y siendo lento a la cólera, nos regala la Resurrección para brindarnos una nueva oportunidad de seguirlo y ganarnos el Reino de los Cielos, si actuamos conforme a sus designios.
Nos deja a sus apóstoles, a un Pablo que viene a predicarnos en Corintios 4 y en Su Nombre que, debemos recibir Su Gracia, para no sentir miedo, pues, aunque nuestro hombre exterior se vaya desmoronando, nuestro interior se irá renovando cada día más, por la Gracia de Dios, sin importar que se destruya nuestra morada terrena, pues los verdaderos hijos de Dios tenemos un sólido edificio que viene de Dios, eterno, que está en los cielos.
Y todo esto porque Jesús, el mismo Dios, tiene el poder de vencer el mal, cualquier demonio, tal como nos lo dice San Marcos 3, de expulsar el mal, manifestado a través de cualquier situación negativa, miserias, enfermedad, desgracias, tristezas, división familiar, situación económica difícil, pero para esto tenemos que actuar como su hermano, comportarnos como su Madre, haciendo su voluntad, cumpliendo con sus mandatos, haciendo el bien, amando al prójimo, siendo puros y santos, no guardando rencores, ni odios y sobre todo orando sin descanso.
Víctor Martínez te asegura que la única manera de vencer el mal, estar protegido de los males de este mundo, prosperar en todo sentido y ser feliz, es vibrando en energías de amor, estando en consonancia con las leyes del universo, y permitiendo que sea Dios el único que viva en ti, dejando que el Espíritu Santo te inunde con su presencia.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por la Fundación Farach.
Hasta la próxima.