REFLEXIONES: El final del camino
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Ya estamos llegando al final del camino. Has estado caminando junto a mí durante cuarenta días para lograr tu transformación espiritual, el próximo sábado terminamos, Dios ha estado gozoso con nosotros por nuestra perseverancia y nuestra fe, dejémoslo ahora actuar en consonancia con nuestras necesidades y peticiones.
Evolucionar, cambiar, innovar, mutar, es sinónimo de transformación y es lo que ha estado sucediendo en nosotros cada día, quienes llevamos al pie de la letra las recomendaciones, meditamos la Palabra, escuchamos los mensajes de amor, inspirados por el Espíritu Santo, ha sido un caminar hermoso en el que hemos abierto nuestros corazones al Padre para dejarlo obrar en nosotros.
Debemos recordar que para recibirlo tenemos que decirle: “Señor no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya, bastará para sanarme”, esto con un corazón arrepentido, limpios de pecado, sin rencores, ni falta de perdón, un propósito firme de ser mejores personas y de buscar a Dios todos los días de nuestras vidas, orando intensamente y glorificándolo con nuestras buenas obras, en favor del prójimo.
Tenemos que dar ejemplo de que llevamos a Dios en nuestro corazón, sirviendo a los demás, sonriendo, amando de verdad, sacrificándonos cuando sea necesario y postrándonos con humildad a sus pies.
Víctor Martínez ha tenido que aprender mucho en esta caminata, se ha tenido que dejar conducir por el Padre, siendo obediente a sus preceptos, he renunciado a algunas cosas y situaciones, he tenido que reconocerme pecador una vez más y hacerme el propósito firme de ser mejor persona.
He luchado por mi sanación espiritual y he pospuesto mi sanación física a su voluntad, pues cuando Él lo decida impondrá sus manos sobre mí y la fuerza del Altísimo vendrá a traerme todo lo que necesite para continuar trabajando en favor del prójimo, caminando ahora, junto a Él.
Hasta la próxima.