REFLEXIONES: El sabor de la Paz
Hola, amigos, ¿qué tal? El sabor de la Paz es algo que no tiene precio. Dichosos quienes permitieron que el Niño Dios naciera en sus corazones y hoy están disfrutando de esa sensación maravillosa de amor, de esperanza, de paz.
Hoy es un día diferente, es un día en el que nos debemos sentir transformados, preparados para continuar venciendo y librando batallas que están por venir.
Frente al odio, yo amor, frente al insulto, palabras de amor, frente al daño que otros te quieran causar, más amor, pero no pierdas nunca tu paz, recuerda lo que te dijo Santa Teresa:
“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene, nada le falta: Sólo Dios basta.”
Víctor Martinez te recuerda que si tienes a Dios en tu corazón serás más paciente, nada te va a vencer y todo lo podrás alcanzar, pues solo Él basta.
Ahora si aún lo le has dado entrada y hoy no reina la paz en ti, aprovecha, inclina ahora tu rostro y repite:
“Padre de amor, te entrego mi vida, mi alma y mi corazón, transfórmame en el hombre que debo ser, límpiame en este momento de mis pecados, libérame de los males de este mundo, dame la fuerza espiritual para permanecer siempre a tu lado y no desfallecer, permite que yo sea mejor persona, que pueda perdonar y perdonarme a mí mismo, que tu amor guie mis pasos siempre por el camino de la verdad y de la vida. Amén”.
Dios acaba de entrar a tu corazón, felicidades.
Hasta la próxima.