REFLEXIONES: Hay espinas en el camino
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Hoy es sábado, el día en el que me dirijo a los jóvenes, a aquellos a quienes se les hace difícil caminar durante 40 días, es esta la razón por la que muchos de sus padres sí están caminando, para orar por ustedes, para estar más cerca de Dios y recibir toda la sabiduría divina para entenderlos a ustedes y darles su amor.
Sé, mis queridos muchachos que no todos los caminos son llanos, limpios, fáciles de andar, podríamos encontrar obstáculos en el camino, podrían existir personas que nos pongan trabas y nos hagan difícil el caminar, incluso los caminos del cielo están llenos de espinas.
Jóvenes y adultos me están acompañando cada día en busca de su transformación espiritual, caminando con la esperanza de recibir su salud física, mental, emocional o espiritual, deseando renunciar con firmeza, a cualquier adicción que les esté dañando, anhelando sentir la felicidad que solo Dios te puede dar, para verte liberado de la ansiedad, de la depresión, del aislamiento que no te deja socializar y crecer.
Pero Dios es bueno, eso sí, Él nos dice en Deuteronomio 26: “Moisés habló al pueblo, diciendo: Hoy el Señor, tu Dios, te manda que cumplas estos mandatos y decretos. Acátalos y cúmplelos con todo tu corazón y con toda tu alma. Hoy has elegido al Señor para que él sea tu Dios y tú vayas por sus caminos, observes sus mandatos, preceptos y decretos, y escuches su voz.”
Víctor Martínez desea que te des cuenta donde está la magia para convertirte en una de las personas más felices del mundo, qué es lo que Dios quiere, para dártelo todo: “que cumplas con su voluntad, con sus mandatos y decretos pero con todo tu corazón y tu alma”, Él quiere que seamos buenos, decentes, educados, sin maldad, que no nos hagamos daño, ni dañemos al prójimo, que nos comportemos bien”, entonces se nos abrirán los caminos, nos llegarán todas las cosas buenas, se nos cumplirán nuestros deseos, seremos prósperos y muy felices.
Pásate el día hoy, pensando en mi propuesta, la que el Padre desea para ti.
Hasta la próxima.
