REFLEXIONES: Hoy es un día especial, para mí
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Hoy es un día especial para mí y siempre lo será, sin importar donde me encuentre, el tiempo que pase, ni quien me acompañe.
Todos tenemos situaciones de vida que nos dejan marcados y aunque cerremos puertas, las superemos y sean cosas del pasado, jamás podremos olvidar.
Un día como hoy perdí físicamente a mi madre, se marchó, nos dejó para ir a cumplir su otra misión donde Dios disponga; al menos aquí en la tierra, cumplió con su deber de madre.
Procreó junto a mi padre Miguel, dos criaturas, Mayra mi querida hermana y Víctor Martínez.
Aquí estamos, tuve que comprender que frente a la partida de nuestros seres queridos tenemos que continuar viviendo, sobreponernos y superarlo, aunque no olvidarlos.
Nos dice 1 de Tesalonicenses 4: “Pero no queremos, hermanos, que ignoren acerca de los que duermen, para que no se entristezcan como lo hacen los demás que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en Jesús.”
Es esta la razón por la que no debemos vivir con nuestros corazones tristes o heridos al perder a alguien, pues si tenemos fe y esperanza sabemos que en lo adelante Dios se encargará de ellos, al final no hay mejores manos que las del Señor.
Gracias, madre por darme la vida, por sostenerme en tus brazos y por abrigarme con tanto amor. Dios te bendiga donde quiera que estés.
Hasta la próxima.