REFLEXIONES: Jóvenes abrumados, confundidos, desesperados
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? En ocasiones ustedes jóvenes que me escuchan, sé que se sienten abrumados, cansados, confundidos, desesperados frente a las situaciones de sus hogares, desorientados con sus problemas personales.
Es esta una situación que nos pasa en ocasiones hasta a los adultos y externamos, “estoy cansado de luchar”.
En nuestra caminata de hoy nos encontramos la fórmula mágica para salir de ese estado emocional que nos abruma. Nos dice en Isaías 58 el Señor, que cuando alejemos de nosotros lo que nos oprime, cuando dejemos de acusar a los otros por lo que nos pasa, cuando dejemos de calumniar, empezaremos a sentirnos liberados.
Nos envía a no encerrarnos tanto en nuestras habitaciones, entorno, zona de confort, pues eso no nos ayuda, debemos pues, ir en ayuda del hambriento, saciar el alma afligida del amigo, en pocas palabras ayudar al prójimo y no enfocarnos tanto en nosotros mismos, será entonces cuando brillará tu luz en medio de esas tinieblas que te abruman.
Si te comportas así el Señor te guiará siempre, y como el Señor no vino a buscar a los sanos, sino a los enfermos, a los pecadores, a los que se sienten abrumados y cansados, atrévete hoy, junto a Víctor Martínez a clamar, tal como nos dice el salmo 85:
“Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad. Inclina tu oído, Señor, escúchame, que soy un pobre desamparado; protege mi vida, que soy un fiel tuyo; salva, Dios mío, a tu siervo, que confía en ti. Piedad de mí, Señor, que a ti te estoy llamando todo el día; alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti, Señor. Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, atiende a la voz de mi súplica».
Hoy no te acuestes sin dar apoyo a un amigo que necesite consuelo, amor y paz.
Hasta la próxima.
