REFLEXIONES: Tiempo ideal para la transformación espiritual
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos ¿qué tal? Te invito a que hagamos una reflexión profunda con una revisión minuciosa de tu persona, de tu comportamiento, de tus pensamientos, de tus intenciones, de las cosas que guardas en tu corazón. Luego vamos a renunciar a ellas, a sacarlas de nuestro interior, para sustituirlas por todo aquello que nos pueda dar paz, que armonice nuestras energías, nos llene de amor y nos haga ser mejores personas.
¿Alguna vez has mentido, has calumniado, has chismoseado, has juzgado, has murmurado?
¿Has tomado cosas prestadas y no las ha devuelto, has tomado lo ajeno?
¿Has faltado el respeto, ofendiéndolos, o has descuidado a tus padres?
¿Has matado físicamente a alguien o moralmente, juzgándole?
¿Te has endrogado o embriagado, y has persuadido a otros para que lo hagan?
¿Eres adicto a los videojuegos, a las redes, descuidando tus responsabilidades y deberes?
¿Eres sexualmente promiscuo y acostumbras a ver pornografía?
¿Has sido infiel a tu pareja y has deseado a la pareja de tu prójimo?
¿Eres envidioso y vives deseando los bienes del otro?
¿Guardas rencor en tu corazón y te da trabajo perdonar?
¿Dices malas palabras, insultas y eres irrespetuoso con tu vocabulario?
¿Controlas tus pensamientos para que sean sanos y puros?
¿Cumples con tus responsabilidades en el hogar, en el trabajo, en la sociedad?
¿Saludas con cortesía, eres amable, sonríes al prójimo y le trata con educación y amor sin importar su clase o nivel social?
¿Ayudas al prójimo, realizando obras de caridad, compartiendo bienes?
¿Cumples con Dios, orando siempre, asistiendo a la Iglesia, santificando sus fiestas, amándolo sobre todas las cosas?
Víctor Martínez te invita a leer en silencio este cuestionario y respóndelo en tu corazón, reconócete pecador ante Dios, con un arrepentimiento sincero pídele perdón, has el propósito firme de cambiar, de no continuar cometiendo los mismos errores y empieza hoy junto a mí a caminar durante 40 días para purificarte, para sanar tu interior, para despojarte de todo lo que te quiera someter a las malas acciones.
Permite que el Espíritu Santo cada mañana inunde tu ser, para convertirte en una persona sana físicamente, emocionalmente y espiritualmente, al final de este caminar durante estos cuarenta días, tú y yo formaremos parte de los hijos predilectos de Dios, más felices sobre la tierra.
Hoy no te acuestes sin haber hecho una obra de caridad.
Hasta la próxima.