Represión y brutalidad policial ¿por cansancio?
Golpear a un prisionero, en el interior de un vehículo policial, como sucedió en el sector La Yuca, del Distrito Nacional, deja entrever el malestar existente a lo interno de la Policía Nacional.
Golpear a un hombre, estando detenido dentro de un vehículo policial, da la posibilidad de alegar que la víctima intentó agredirlo ¿ese es el plan?
Para culminar la agresión, el agente rompió un “palito” en la cabeza del detenido, mientras desde diferentes hogares se escuchaba a coro: ¡No lo maltrate! ¡No lo maltrate!
Los casos de brutalidad o agresión policial no son aislados, como los pacientes de COVID-19.
El envejeciente hambriento, ultrajado por agentes en San Francisco de Macorís, debe sentir dolor en los dedos, brazos y su pierna enferma.
Fuente externa (redes)
El médico de Bonao debe estar, aun dolorido, del tampón que le conectó un agente ¿entrenado? Para esas acciones represivas.
Pisándole los talones, otro grupo de agentes del orden público se introduce en un hogar, y en presencia de menores y mujeres, arrastran otro envejeciente hasta un camión.
De “ñapa”, un adolescente que salió en defensa de viejo, también fue atropellado e introducido al camión, ambos expuestos a contraer el virus que azota al país.
¿Qué sucede en la cadena de mando, o son excesos aislados en tiempo de coronavirus?
La verdad es que si el presidente Danilo Medina no interviene, la brutalidad policial y la inseguridad, además de la corrupción u la impunidad, causaran estragos en los predios morados el día de las elecciones.