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¿Tu Dios está muerto o vivo?

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REFLEXIONES…

 

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Los cristianos tenemos razones más que suficientes para recordar y para vivir los acontecimientos de la crucifixión de Cristo, es este un momento trascendental para la humanidad, de no haber sucedido este momento histórico, estuviéramos perdidos y sin la esperanza de alcanzar el reino de los cielos.

Lo que Víctor Martínez siempre se ha cuestionado, es, por qué dejar a Jesús crucificado, aun después de celebrar la Resurrección, por qué recordarlo con pena, por qué colgado siempre en una cruz, no parecemos personas con fe, verdaderos creyentes, nuestras iglesias, incluso, siempre presentan a un Jesús crucificado, no resucitado.

Es algo que debemos cuestionarnos, si yo tengo fe, si creo en la resurrección, si pienso que Jesús está vivo entre nosotros, entonces por qué orar ante un Cristo colgado en la cruz, y no ante un Cristo con los brazos abiertos, que me brinda la oportunidad de acercarme a Él porque está vivo esperándome.

Por qué predicar a un Jesús que viene, “arrepiéntete que Cristo viene”, dicen algunos hermanos, pues no, Cristo no viene, Él está aquí entre nosotros.

Nuestros niños crecen con la idea de un Dios muerto, colgado en una cruz, lleno de sufrimientos, y para yo estar cerca de Él tengo que sufrir, tengo que ver la vida como un valle de lágrimas, de penas, de contrariedades, a través del cual es que voy a llegar a Dios.

Pues no, a Dios se llega con alegría, con esperanza, con optimismo frente a las dificultades, con una actitud positiva, de prosperidad, de paz, de amor, porque donde hay amor, está Dios y donde está Dios, está lo bueno, lo bello, lo abundante, lo próspero, lo puro.

No es cierto que para llegar a Dios hay que ser pobre, hay que sufrir, hay que sacrificarse, hay que despojarse de todo, pues no, hay que despojarse de las cosas del mundo que tu pones primero que Dios, pero si Dios está siempre primero en tu vida, que venga todo lo bueno y abundante.

No puedo vivir mi enfermedad con resignación, con la esperanza de la resurrección, con una actitud terminal, de que ya todo acaba aquí, debo luchar contra la enfermedad, debo mantener una actitud de vida hasta el final, si es que llega, y si llega, recuerda que no vas a morir, te vas a transformar, a pasar a mejor estado.

Hermano, Dios está vivo, a tu lado, el cielo está dentro de ti y tu eres templo vivo del Espíritu Santo, no lo digo yo, lo dijo el mismo Jesús, por tanto, déjate de tanta negatividad, de tanto sufrimiento, suelta esa cruz con la que supuestamente tú tienes que cargar toda la vida, aligera tu mochila, para que puedas caminar felizmente.

Gracias Padre por haber puesto en mis labios en esta mañana, este mensaje de amor mostrándole a tus hijos, que tú estás vivo, aquí entre nosotros, esperando por ellos.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes como cortesía de la Sra. Pankachy Bruno.

Hasta la próxima.

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