Un crimen, ¿por necesidad?
Augusto Álvarez
Se considera que la tortuga asesinada en El Limón, de Miches, era la mayor del mundo, y la falta de protección de las autoridades, tiene una cuota de culpabilidad.
Incluso, estudiosos dicen ignorar la extensión de una tortuga de aproximadamente dos metros y 600 libras de pesos.
Se está reclamando que el ministerio de Medio Ambiente, se ponga en contacto con campesinos de la zona, donde fue muerta a machetazos el crustáceo gigante, e incluso, se aproxime a los editores de Bávaro digital, y unidos trabajar por la conservación de la flora y la fauna.
¿Que el ministerio de Medio Ambiente carece de personal y de recursos? No es posible cuando en la administración pública, los viceministros chocan entre sí, o se limitan a la espera del cheque, o viajando o atendiendo peticiones políticas.
En cualquier nación que sitúe en su justo lugar algo que dé prestigio a la patria, habría estado al tanto de la existencia de esa tortuga, así como lo que estaría en su habitad.
Sangre y carapacho de una tortuga como la asesinada, poseen un valor más allá del dinero.
Omitimos referir el precio de su carne, sin embargo, un huevo de tortuga supera el dólar.
¿Fueron localizados los campesinos que terminaron con la vida de una tortuga, que debió ser una atracción turística, y hacer de ellos exploradores en la zona?