Una Navidad especial
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REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Si algo aprendí desde pequeño fue a celebrar la Navidad como un verdadero acontecimiento de unidad familiar, poner una mesa, servir una hermosa cena, invocar la presencia del Niño Dios, escuchar hermosos villancicos, los regalos debajo del árbol de Navidad, ejercer la caridad, limar asperezas en la familia si la había, en fin, era un acontecimiento en el que se daba entrada al niño Jesús en nuestros corazones.
La Navidad del pasado año 2021 fue para mí una muy difícil experiencia, sin embargo, fue la que viví más cerca del Niño Dios, parte de la familia se había ido a vivir a Turquia días antes y lógicamente esto entristeció mucho mi corazón, otros estaban, pero como sucede cuando ya la familia crece, celebrando en otros ambientes. Me quedé tranquilo en mi habitación, soy sincero y confieso que en la espera de que alguien se acordara de mí y me invitara a compartir.
Sin embargo, mis amigos José y María me invitaron a participar del nacimiento de su hijo Jesús, leí la historia bíblica que tanto me conocía, pero esta vez con un sentimiento tan diferente, recordé mucho las diversas escenas de mis Navidades anteriores, cuando mis hijas eran pequeñas y ahora de grande, con mis nietos, y las celebraciones donde mis amigos Mota Deler; pero este año me toco orar por todos, mis hijas, mis nietos, mi hermana, sobrinos, amigos, donde quiera que se encontraran pedía al Niño Dios tocar sus corazones y llenarlos de amor.
Hubo un momento en el que desee un sabroso muslo de pavo, una ensalada de papas, un suflé de batata y una rica copa de vino, pero me limite a ofrecer la abstinencia y el ayuno involuntario al Niño Dios por el bienestar de todos esos seres queridos.
Recuerdo que en mi momento de oración profunda le di gracias a Dios por esta Navidad junto a su Hijo, que me ayudo a valorar la pobreza y la humildad de aquella familia de Nazaret una noche como esta, cuánta diferencia a la forma en que siempre celebraba, sin embargo, le pedí de favor que en mis próximas navidades, no permitiera que me quedara tan solo, pues hasta el Niño Dios estaba en compañía de sus padres, y como Dios nunca me ha negado lo que le he pedido, así va a suceder, por tanto, luego compartiré con ustedes como pasé mi Navidad 2022.
Este mensaje ha llegado a ustedes gracias a la Fundación Vidas en Desarrollo.
Hasta la próxima.