Amigos que se nos van

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REFLEXIONES…

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadasim, ¿nasilsin?

Dice una canción que cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, una estrella se ha perdido, se detienen los caminos, quedando el terreno baldío, se queda un árbol caído que ya no vuelve a brotar.

Cuando se tienen muchos amigos es lindo, pero cada vez que se nos va uno es duro, sobre todo si somos de los seres que queremos de verdad y sabemos cultivar la amistad.

Víctor Martínez tiene muchos amigos y ya he despedido a unos cuantos, le doy gracias a Dios por mi fe, por mis creencias y mi evolución espiritual que me lleva a entender la suerte que corren los que se nos van, esto me tranquiliza, aunque no deje de sentir la pena profunda de la partida.

La semana pasada se me fue Manelik Gatón, un amigo fuera de serie, con quien escuchar buena música y compartir era motivo de gran alegría, mi gran amigo Manelik vivió una experiencia muy difícil con la partida de su niño Manelik Ramón, la cual le fue muy difícil superar, sin embargo nunca dejó de ser el amigo fiel e incondicional, nos dejó un gran legado, un tesoro, a su amorosa hija Dulce Mariana, mujer integra, leal a la amistad, de mucha fe, quien se ha pasado la vida sirviendo a los demás, repartiendo amor por doquier y cuidando a sus padres y a su hijo.

Hoy Dulce queda con su madre Miguelina, y con la dicha de su extraordinario hijo Salvador quien sí sabe valorar lo que es una madre.

Gracias Manelik por ser ejemplo de hombre íntegro y consagrado a la amistad.

Gracias Padre por esta humilde familia, por los amigos fieles, que nos aceptan y nos aman sin importar nuestros defectos, que sea la verdadera amistad la que fortalezca los lazos de solidaridad, justicia, hermandad y paz entre todos los seres humanos.

Hasta la próxima.