La vida de malas jugadas
La Comisión de La Verdad es una necesidad
En el hermoso Valle de San Juan, gran productor agrícola y de gente honrada, trabajadora y luchadora, se realizaron muchas manifestaciones contra el régimen balaguerista.
Solo con la lucha de sus pobladores se lograban algunas reivindicaciones sociales.
En una inofensiva manifestación estudiantil, exigiendo mejores condiciones educativas, un agente policial realizó un disparo, ocasionando la muerte de dos de esos jóvenes.
Sé pensó que lo había hecho el agente conocido como «El Chino» y no resultó así, pues quien hizo el disparo fue el señor Atila Medina, quien falleció hace casi cinco años.
Este señor es hijo del general Medina (Machetico), gran represor balaguerista y fue un fumador empedernido de cigarrillo Casino. y un mal jugador de dominó.
Es ahí donde conozco al señor Atila Medina, quien parecía un manso cordero y nunca sospeché nada de ese criminal, quien fue dado de baja por hacer “allanamientos” a delincuentes y narcos por cuenta propia.
Todo esto es ahora que me entero, por una fuente totalmente confiable.
El entierro de esos dos jóvenes fue tiroteado por el hijo de un general de la Policía, cuando pasaba por la fortaleza del Ejército Nacional, que se encuentra localizada al lado del camposanto.
Esto fue ocultado por los sectores cómplices de los crímenes que quedan impunes y son tan culpables como el propio asesino.
Este es otro caso que debe investigar la Comisión de La Verdad, que es una necesidad.
