REFLEXIONES: He vivido una semana especial
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Toda mi vida me la he pasado muy comprometido durante la Cuaresma, abstinencias, ayunos, oraciones, sacrificios, prédicas, actividades en la Iglesia y una Semana Santa trabajando para apoyar a ministros y sacerdotes tratando de llevar lo mejor a nuestros feligreses, desde un altar majestuosamente decorado para agradar a Dios, hasta una liturgia perfecta para disfrutar con los fieles de una participación que eleve el espíritu, toque profundamente nuestros corazones y nos invite a la reflexión, al reconocimiento de nuestra condición humana y a la aceptación de los designios de Dios para lograr nuestra transformación espiritual. Así me he pasado la vida desde muchacho.
Este año viví una Semana Santa diferente, muy especial, quise callar, solo ver y escuchar en medio de mi silencio, quedé inactivo, me postré ante el Padre y dejé que me tomara de la mano y me condujera por el camino de la santidad, de un momento a otro, me vi inmerso entre musulmanes, cristianos e inmensa cantidad de extranjeros de diversas creencias, desde ucranianos hasta rusos.
Mi semana era diferente, extrañé el altar, la Iglesia, a las Siervas de María, las habichuelas con dulce, claro está, y por que no, a ustedes mis queridos amigos y familiares.
Dos mil novecientos treinta días (ocho años), escribiendo cada mañana mis mensajes de amor inspirados por el Espíritu Santo, para luego interrumpirlos por siete días, fue para mí, un gran sacrificio, cada vez que me llegaba una inspiración del Espíritu Santo, escuchaba su voz que me decía, “calla, no escribas, guarda en tu corazón, interioriza en silencio y déjate conducir.”
Víctor Martínez, fue obediente y lo único que puedo decirles en este momento, es, como nos dice Eclesiastés 3, que en la vida hay un tiempo para todo, tiempo de callar y tiempo de hablar. Habrá pues, tiempo, para compartir las tantas riquezas espirituales que he vivido en esta semana tan especial, desde Turquía, lugar donde San Pablo, San Pedro, San Juan, se establecieron, dando origen al Cristianismo.
Hasta la próxima.